Coco Antes de la Infamia

La Historia Photoshop

Los Biopics me producen urticaria. Es una alergia de años, que no se cura. Una enfermedad que aumenta cuando veo canales de tv como el History Channel, como el Biography Channel, cuando leo libros, ensayos, cuando veo documentales que con un hábil pincel aquí, un apropiado borrador allá, nos ocultan descaradamente cosas que las manos fantasmas del Poder considera impropias, de mal gusto, políticamente incorrectas, pero que en fondo no dejan de ser el esfuerzo titánico para hacernos escuchar las melodías que quieren que escuchemos, para obligarnos a pensar y sentir según las reglas y normas que el Establishment dicte.

Una historia que adorna y maquilla una y otra vez con un photoshop virtual y que nosotros, como borregos, aceptamos. Una historia que en películas como Diarios de Motocicleta nos presenta un Che Guevara juvenil, rebelde, el adolescente que todo padre quiere tener en su casa, y que nos engaña al no permitirnos entrever, al menos, el monstruo asesino que se convertiría en el futuro, en el abanderado de esa gangrena de la cual Latinoamérica aún no se cura. Una historia que en musicales, en documentales, nos presenta una Evita Perón como el ángel defensor de los desposeídos, mientras en la realidad no dejó de ser una víbora manipuladora, egoísta, vengativa, enormemente corrupta. Un Historia que nos presenta a una Madre Teresa de Calcuta, beatificada, reverenciada, adalid de un apostolado de los pobres, pero que en la realidad fue una mujer mucho más interesante, una mujer soberbia, terca, que trataba a su entorno con la mano militar más férrea, y que en sus últimos años se convirtió en una especie de capellán del diablo al cuestionar un dios que permitía tanta miseria, tanta injusticia, tanto dolor, tanta inequidad.

Jacques-Louis David fue un pintor francés que fue en el arte lo que Fouché en la política: un triste camaleón que por monedas de oro pintó a la nobleza, a la burguesía y al entorno de Luis XVI no como eran, sino como querían verse. Un artista que amañó su pincel de acuerdo a la realidad del momento, y que gracias a su personalidad de plastilina sobrevivió la revolución francesa, la época del terror, hasta Napoleón. David, en su época cortesana, pintó a María Antonieta no como era, sino como debía verse la esposa de un rey: hermosa, esplendorosa. El problema es que esa princesa austriaca era una niña bastante fea. Una jovencita que había heredado, además de su sangre azul, la famosa mandíbula de la dinastía que llevaba su apellido, los Habsburgo. Esa mandíbula, que tras siglos de endogamia, produjo engendros en toda Europa que al final no podían ni masticar los manjares que les servían en sus mesas, a pesar de los cubiertos de plata y los platos de fina porcelana. David, durante la revolución, recuperó milagrosamente la visión e hizo un dibujo de la desafortunada reina de perfil, tal como era. Me imagino que al dibujar sentía la frialdad de la hoja de la guillotina.



Sofía Coppola, en el 2006, usó la misma técnica de photoshop que usan los publicistas para adelgazar y embellecer modelos, en su película Marie Antoinette. Nos maquilla al personaje con la imagen de Kirsten Dunst, y nos la ofrece como una mezcla de Paris Hilton y princesita del pop. Nos oculta lo verdadero detrás del esplendor de magníficos decorados, peinados y trajes. Nos miente. La pobre María no fue más que una princesa caprichosa, una reina malgastadora, una miope más que junto a su esposo y todo su entrono cortesano contribuyeron voluntariosamente a su propia destrucción. Nos presenta un Louis XVI medio niño, medio inocente, aficionado a los relojes y los artilugios mecánicos, cuando en realidad no era más que un pobre estúpido digno de su apellido Borbón, esa dinastía que pasó a la historia por su gran capacidad para perder reinos e imperios.

Coco Avant L’Infamie



Los biopics me producen urticaria. Una alergia que aumenta cuando veo películas como Coco Antes de Chanel. Una película, que si sus realizadores fuesen honestos, habrían llamado mejor Coco Antes de la Infamia. La historia de vergüenza de la modista, sombrerera y perfumista está demasiado bien documentada, demostrada hasta la saciedad, para que directoras como Anne Fontaine y sus guionistas nos metan los dedos a la boca y nos engañen con una historia travestida, endulzada con fructosa, y nos ofrezcan la historia de una mujer luchadora, que con tenacidad logró triunfar y vencer la adversidad. Debemos aceptar esos dedos en la boca, pero para vomitar.

La disculpa es que la clave está en su título, en la palabra ANTES (avant). ¿Pero no es acaso un insulto a nuestra inteligencia que ni siquiera al final se haga por lo menos una aclaratoria, una sencilla mención de lo que vino después? Esta mentira de 105 minutos termina con unas hermosas líneas que son puro blablablá: …en 60 años de carrera, Coco Chanel creó millares de modelos que dieron forma a la mujer moderna…las más grandes celebridades de la historia adoptaron su estilo…etc., etc., etc…

¿Acaso por ese ANTES debemos olvidar a la verdadera Coco? ¿Aceptar …que trabajó hasta su muerte, una noche de enero de 1971…era un domingo, día de descanso, el día que no amaba…?

No, que va. Esa dulce ancianita heroinómana que murió tan poéticamente un día de la semana que no amaba, se hizo famosa en Paris en los años 30s por su abierto antisemitismo. Es dulce ancianita que vivió durante la ocupación nazi en una suite del Ritz, ese hotel de Paris que usaron las SS como cuartel general. Que pasó de cama en cama, de uniforme en uniforme, sólo para lograr quitarle a la familia judía Wertheimer en el exilio el 70% de los derechos de su famoso Chanel número 5, algo que afortunadamente no logró. Que tras ser arrestada logró huir a Suiza gracias a la intervención de Churchill, ya que su amante el barón Hans Günther von Dincklage (un oficial del servicio secreto alemán) era hijo de una noble inglesa.

Esa mujer que entre sus amantes tuvo a Theodor Momm, un coronel de las SS que supervisaba la producción de las fábricas textiles francesas que trabajaban para los alemanes, a Walter Schellemberg, hombre de confianza de Himmler. Ese mismo Walter Schellemberg que fue condenado en Núremberg y que tras salir de prisión ella ayudó económicamente, generosamente. Esa mujer que Francia no perdonó después de la guerra y que sólo por el arribismo de los gringos y su avalancha de dólares de los años 50s logró volver a respirar, a figurar en el jet set. Esa mujer que pagó a Louise de Vilmorin para que inventase su biografía, la limpiara de toda mácula, de todo recuerdo vergonzante.

En fin, no creo que una sola palabra, ANTES, justifique tanto olvido, que tape tanta suciedad, reivindique la amnesia. No creo que una buena fotografía, un buen movimiento de cámara, unas buenas actuaciones, justifiquen tamaña lobotomía histórica.

2 comentarios:

Solange Noguera dijo...

Hola...

Ante todo felicitarte por el nuevo diseño que presenta tu blog, muy agradable a la vista.

No he visto la película de Coco Chanel, pero creo que tus referencias muy bien sustentadas por demás, pues ponen en entredicho lo que se coloca en pantalla. Lo poco que he leído de C. Chanel me indica que su trajinar en el mundo terrenal no fué nada sencillo. Disculpa si planteo un exhabrupto pero ¿podría compararse en su dimensión humana este personaje en cuestión, con el de otra francesa como fue Edith Piaff?... ¿llegaste a ver esta película?

¿Dónde crees que pueda estar el detalle de estas propuestas biográficas llevadas al cine? ¿simple taquilla? ¿por qué esconder realmente los hechos de vida? ¿Qué sucede en el salto de la historia documentada al guión cinematográfico?

Como siempre, un gusto leer tus escritos.

Saludos

luis dijo...

he leido muchas biografias, ya que era profesor y me gustaba que los alumnos supieran quienes eran los que habian hechos los avances. Supieran que eran hombres falibles, que tambien cometian errores. Y a veces terminaban comiendo manzanas magicas (como en el fausto de marlowe, para adquirir mayor conocimiento) como Turing y terminar muertos.
Tampoco me gusta esas bios donde las personas termina siendo una caricatura.
Una de las peores personas que conozco es Newton, era un compendio de todo lo malo que puede inventar la humanidad, y algunas cosas peores. ¿Que era un genio fuera de serie?. Lo era. ¿que fue el mayor cientifico que ha existido? tambien lo era. Pero sobre todo era alguien despreciable.
Pero hay que ver el culto que le tienen a Newton. Cuando estuive en Inglaterra tenia que pasar por dos lugares; Baker street y la casa de newton. En Baker, me di cuenta que no estaba tan loco como pensaba, habian cientos de personas visitando la casa donde vivio Sherlock Holmes. Te lo juro.
en la casa de newton era casi una catedral donde se le rendia culto a newton, y en ninguna parte decia quien era en realidad. Hasta me compre un libro de su biografia oficial (publicado por la corona, imaginate) donde casi se dice que era un tipo tranquilo. No lo termine de leer, y creo que lo olvide en algun lugar.
otro que ha sido demasiado encumbrado fue einstein, pero si quieres saber quien era deberias de leer las cartas de el A su unico amigo; Michele Angelo Besso. eso nos muestra la otra cara de einstein, ya no sacando la lengua a las camaras